miércoles, 28 de mayo de 2014

El principio de igualdad en el ciclo de proyecto


El principio de igualdad en el ciclo de proyecto

Incorporar la perspectiva de género en un proyecto, implica un proceso complejo basado en el aprendizaje de nuevas formar de ‘pensar’ para lo cual vamos a requerir el diseño de un plan estratégico adaptado a sus características y a sus necesidades, será preciso contar  con recursos específicos ya sean humanos, materiales y temporales, así como con asesoría especializada con expertos en políticas de igualdad y género, de los cuales algunos recursos van a depender del compromiso político de las organizaciones así como su disponibilidad operativa y funcional para el cambio. Pese a esta complejidad, vamos a ofrecer algunas pautas para la incorporación del enfoque de género en el ciclo de proyecto.

Análisis previo o diagnóstico de situación.- Para el diseño de un proyecto debe partirse de un óptimo diagnóstico de la realidad social, donde se va a intervenir, ya que el  mismo nos permitirá “asegurar la eficacia del mismo en materia de igualdad y validar la pertinencia del proyecto dirigido a las mejores condiciones sociolaborales de hombres y mujeres…” (Kideitu: 2007, pag. 27)

Para obtener la  procedencia de esta información se realizaran: (i) estadísticas laborales desagregadas por sexo, (ii) estudios y análisis específicos, de carácter cualitativo, que vengan a dar cuenta de las causas o razones de la desigualdad, y si fuera posible, (iii) un diagnóstico participativo realizado con hombres y mujeres del territorio, barrio, comunidad, etc., para percibir y entender las bases de las desigualdades en el espacio de intervención. (Kideitu: 2007, pags. 28-29)

Diseño y planificación.-  En esta etapa además de delimitar los contornos de un proyecto, establecer las bases sobre las que se desarrollara, se fija el alcance y objetivos lo que supone  un momento clave en la toma de decisiones en relación con las prioridades políticas, estratégicas y con la asignación de recursos financieros, humanos, temporales a cada una de ellas, por lo que se precisa efectuar una redistribución de recursos y de poder, por tanto este proceso, requiere una negociación de intereses, lo que involucra procesos de transformación  que implican cambios en las actitudes y formas cotidianas de actuar y resistencias  ya que todo cambio implica conflicto. El conflicto y el debate de intereses forman parte del proceso de planificación, para lo cual deben crearse las bases para que la negociación se realice en condiciones de equivalencia con carácter general para que la simetría en la fase de diseño y planificación quede garantizada incorporando el principio de igualdad como prioridad.

Ejecución.- Para garantizar el principio de igualdad en esta etapa es necesario tomar en cuenta las diferencias de género en toda su extensión y asegurar que la gestión del proyecto vela por la igualdad ya que es frecuente que en esta fase se fragmenten las actividades, se sumen grupos de trabajo diferenciados.

Algunos aspectos básicos a tener en cuenta en el proceso de ejecución de un proyecto son: (i) recursos humanos, contar con un equipo de asesoramiento continuo en su desarrollo especializado en igualdad, (ii) Convocatoria y captación de personas beneficiarias, utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista, (iii) desarrollo de las actividades, incorporar medidas de acción como herramientas de gestión a favor de la superación de la discriminación de género (iv) seguimiento de la ejecución, realizar un seguimiento continuo sobre el terreno, sobre la incidencia real en materia de igualdad de mujeres y hombres de las actuaciones que se van realizando, (v) Sensibilización y comunicación, la sensibilización es clave para lograr cambios de actitudes, eliminar obstáculos y diferencias que impiden la participación social y laboral los hombres y las mujeres beneficiarias.(kideitu: 2007, pags. 32-33)

 

Evaluación.- La evaluación es una etapa de suma importancia dentro del ciclo de proyectos, ya que permite descubrir los beneficios y dificultades del proyecto, establecer bases para la realización de orientaciones y ajustes del plan inicial, conocer y mejorar la eficiencia y eficacia del trabajo planificado, identificar las buenas prácticas y las lecciones aprendidas, Informar a las personas interesadas  sobre la situación del proyecto, hacer visible la experiencia desarrollada, pero además una evaluación que contemple la perspectiva de género deberá incluir los siguientes elementos: (i) indicadores que evalúen específicamente los avances o retrocesos en materia de igualdad (ii) datos desagregados por sexos, (iii) herramientas diseñadas para identificar las desigualdades de género en todo el ciclo del proyecto y en las entidades participantes, (iv) combinación de enfoque cualitativo y cuantitativo en la metodología aplicada para la recopilación de información significativa, (v) evaluaciones de proceso, realización, resultados e impactos.(Kideitu:2007, pag. 39)

Podemos concluir que la igualdad de mujeres y hombres es un objetivo ambicioso y complejo, para ello, se debe promover cambios estratégicos en las organizaciones e instituciones y en sus formas de actuar y pensar, con proyectos y propuestas que incluyan como prioridad enfoques de genero igualitarios, que nos permitan desarrollar y potenciar capacidades tanto de hombres como mujeres hacia un futuro cohesionado e igualitario.
 

Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.

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