El
principio de igualdad en el ciclo de proyecto
Incorporar
la perspectiva de género en un proyecto, implica un proceso complejo basado en
el aprendizaje de nuevas formar de ‘pensar’
para lo cual vamos a requerir el diseño de un plan estratégico adaptado a sus características y a sus necesidades, será
preciso contar con recursos específicos ya sean humanos,
materiales y temporales, así como con asesoría especializada con expertos en
políticas de igualdad y género, de los cuales algunos recursos van a depender
del compromiso político de
las organizaciones así como su disponibilidad
operativa y funcional para el
cambio. Pese a esta complejidad, vamos a ofrecer algunas pautas para la incorporación
del enfoque de género en el ciclo de proyecto.
Análisis
previo o diagnóstico de situación.- Para
el diseño de un proyecto debe partirse de un óptimo diagnóstico de la realidad social, donde se va
a intervenir, ya que el mismo nos
permitirá “asegurar la eficacia del
mismo en materia de igualdad y validar la pertinencia del proyecto dirigido a
las mejores condiciones sociolaborales de hombres y mujeres…” (Kideitu: 2007, pag. 27)
Para
obtener la procedencia
de esta información se realizaran: (i) estadísticas laborales desagregadas por sexo, (ii) estudios y análisis específicos, de
carácter cualitativo, que vengan a dar cuenta de las causas o razones de la desigualdad, y si fuera posible, (iii) un
diagnóstico participativo realizado con hombres y mujeres del territorio,
barrio, comunidad, etc., para percibir y entender las bases de las
desigualdades en el espacio de intervención. (Kideitu: 2007, pags. 28-29)
Diseño
y planificación.- En esta etapa además de delimitar los
contornos de un proyecto, establecer las bases sobre las que se desarrollara, se
fija el alcance y objetivos lo
que supone un momento clave en la toma
de decisiones en relación con las prioridades
políticas, estratégicas y con la asignación de recursos financieros, humanos, temporales a cada una de
ellas, por lo que se precisa efectuar una redistribución de recursos y de
poder, por tanto este proceso, requiere una negociación de intereses, lo que
involucra procesos de transformación que
implican cambios en las actitudes y formas cotidianas de actuar y resistencias ya que todo cambio implica conflicto. El
conflicto y el debate de intereses forman parte del proceso de planificación,
para lo cual deben crearse las bases para que la negociación se realice en
condiciones de equivalencia con carácter general para que la simetría en la
fase de diseño y planificación quede garantizada
incorporando el principio de igualdad como prioridad.
Ejecución.-
Para garantizar el
principio de igualdad en esta etapa es necesario tomar en cuenta las
diferencias de género en toda su extensión y asegurar que la gestión del
proyecto vela por la igualdad ya que es frecuente que en esta fase se
fragmenten las actividades, se sumen grupos de trabajo diferenciados.
Algunos aspectos básicos a tener en cuenta en el
proceso de ejecución de un proyecto son: (i) recursos humanos, contar con un equipo de asesoramiento continuo en su
desarrollo especializado en igualdad, (ii) Convocatoria y captación de personas
beneficiarias, utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista, (iii) desarrollo de
las actividades, incorporar medidas de acción como herramientas de gestión a favor
de la superación de la discriminación de género (iv) seguimiento de la
ejecución, realizar un seguimiento continuo sobre el terreno, sobre la
incidencia real en materia de igualdad de mujeres y hombres de las actuaciones
que se van realizando, (v) Sensibilización y comunicación, la sensibilización
es clave para lograr cambios de actitudes, eliminar obstáculos y diferencias
que impiden la participación social y laboral los hombres y las mujeres
beneficiarias.(kideitu:
2007, pags. 32-33)
Evaluación.-
La evaluación es
una etapa de suma importancia dentro del ciclo de proyectos, ya que permite descubrir
los beneficios y dificultades del proyecto, establecer bases para la
realización de orientaciones y ajustes del plan inicial, conocer y mejorar la
eficiencia y eficacia del trabajo planificado, identificar las buenas
prácticas y las lecciones aprendidas, Informar a las personas interesadas sobre la situación del proyecto, hacer visible
la experiencia desarrollada, pero además una evaluación que contemple la
perspectiva de género deberá incluir los siguientes elementos: (i) indicadores
que evalúen específicamente los avances o retrocesos en materia de igualdad (ii)
datos desagregados por sexos, (iii) herramientas diseñadas para identificar
las desigualdades de género en todo el ciclo del proyecto y en las
entidades participantes, (iv) combinación de enfoque cualitativo y cuantitativo
en la metodología aplicada para la recopilación de información
significativa, (v) evaluaciones de proceso, realización, resultados e impactos.(Kideitu:2007,
pag. 39)
Podemos concluir que la igualdad de mujeres y
hombres es un objetivo ambicioso y complejo, para ello, se debe promover cambios
estratégicos en las organizaciones e instituciones y en sus formas de actuar y
pensar, con proyectos y propuestas que incluyan como prioridad enfoques de genero
igualitarios, que nos permitan desarrollar y potenciar capacidades tanto de
hombres como mujeres hacia un futuro cohesionado e igualitario.
Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del
enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la
experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la
Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.